MIAMI.- Autoridades de Miami anunciaron eeste viernes que invertirán miles de millones de dólares para adaptar este condado del sur de Florida al aumento del nivel del mar, una realidad que afecta la vida cotidiana de los miamenses ya habituados a convivir con constantes inundaciones.
La alcaldesa del condado de Miami-Dade, Daniella Levine-Cava, anunció que protegerá a las comunidades más afectadas por el aumento del nivel del mar, que se come las playas y deja a los residentes particularmente vulnerables a las inundaciones durante la temporada de huracanes.
“Debemos continuar enfocándonos en la restauración, preservación y protección de este espacio sagrado”, dijo en conferencia de prensa. “E invertiremos miles de millones de dólares en infraestructura”.
Para comenzar se analizarán las zonas donde urgen las “acciones de adaptación”, como levantamiento de calles, impermeabilización y conversión de fosas sépticas a sistemas de alcantarillado, explicó la alcaldesa demócrata.
Esta preocupación, que en otras geografías todavía puede parecer ajena, es muy real en Florida.
Su planicie, sus humedales y las características de su suelo –una piedra porosa que actúa como una esponja– convierten a este estado del sureste de Estados Unidos en una de las regiones más afectadas por el aumento del nivel del mar.
Es tan visible el problema que, cuando arrecia la temporada de lluvias del verano, es frecuente ver a los miamenses kayakeando en avenidas inundadas y coches hundidos hasta las ventanas.
SOLUCIONES CREATIVAS
La ciudad de Miami Beach –que forma parte del condado de Miami-Dade– ya invirtió millones de dólares en elevar el nivel de muchas de sus calles en 2016.
Y algunos empresarios privados proponen formas creativas, aunque costosas, de adaptarse al problema.
Por ejemplo, los residentes de Miami ya están acostumbrados a ver una casa flotante que suele atracar cerca del puerto, aunque también ha aparecido en otras aguas de la Bahía de Biscayne. Cuesta 5,5 millones de dólares y se ajusta al aumento del nivel del mar.
“Parece una casa, pero técnicamente es un barco”, dijo Nicolas Derouin, cofundador y director gerente de Arkup, la empresa basada en Miami que creó esta “villa” flotante con terraza desplegable sobre el mar.
“Lo primero que queríamos era atender el aumento del nivel del mar y el cambio climático y mostrar nuevas formas de vivir en el agua de una manera sostenible”, dice Derouin a la AFP.
La casa, cubierta de un techo de paneles solares, se mantiene estable gracias a cuatro pilares hidráulicos que la fijan al lecho submarino. Pero, cuando navega, lo hace a una velocidad máxima de 5 nudos (9,2 Km por hora).
Según la Agencia de Protección de Ambiental (EPA) de Estados Unidos, a lo largo de las costas de Florida “la superficie terrestre se está hundiendo” y, de continuar el proceso de calentamiento global, “es posible que el nivel del mar suba de 30 a 120 cm en el próximo siglo”.
El presidente, Joe Biden, ha prometido que Estados Unidos liderará la batalla para enfrentar la “amenaza existencial” de la crisis climática, luego de que su antecesor, Donald Trump, fuera escéptico en esta materia.
“El cambio de administración ahora en Estados Unidos para nosotros es una señal positiva”, piensa Derouin.