Los 76ers se dieron un festín en Houston. La quinteta dio un paso al frente en su objetivo de ganar la Conferencia Este y sin excesos de confianza pasó por encima de unos Rockets que ya sólo buscan cerrar con dignidad la campaña. 135-115 finalizó la pizarra.

Filadelfia demostró lo indefendible que puede ser cuando todos sus titulares se encuentran sanos. Nadie faltó en la exhibición sobre territorio texano. Una vez más, Joel Embiid comandó el departamento de unidades con 34, detrás estuvieron el reserva Shake Milton (19) y Tobias Harris (15). Desde la banca colaboraron con 56.
A los locales únicamente les alcanzó para competir dos periodos, en su momento, la mejor ventaja que tuvieron fue de un par de canastas. Kelly Olynyk contribuyó a la causa con 27 puntos, le siguieron Kenyon Martin (23) y el explosivo Kevin Porter Jr. (16). Sólo siete jugadores participaron en las acciones, ya sólo les quedan seis partidos para terminar con el suplicio que ha significado la temporada.

El último cuarto estuvo de más, la distancia se amplió, entraron los reservas visitantes y Houston tiró la toalla, llegó la derrota número 50 de 2020-21. Cada embestida de los pupilos de Doc Rivers se convirtió en garantía de daño, desde la pintura, los visitantes sumaron 58 al marcador, 10 más que sus rivales.

Filadelfia prácticamente encabezó todas las categorías: rebotes, robos. En la efectividad de tiros de campo superaron en el porcentaje 53.2 a 44.7.

Los 76ers prolongaron su racha de victorias consecutivas a seis. Se despegaron a dos partidos de Nets a falta de 10 días para que culmine la fase regular, esa ventaja es prácticamente de tres juegos, ya que ganaron la serie particular.

Por editor

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