Los líderes mundiales deben asumir un “nuevo compromiso” para trabajar por una distribución más equitativa de las vacunas contra el COVID-19 en todo el mundo si quieren derrotar la epidemia, afirmaron ayer cuatro importantes organizaciones internacionales.

Según observadores, las desigualdades en materia de vacunas entre países ricos y pobres, complican y prolongan una pandemia que ya dejó más de 3.5 millones de muertos en todo el mundo.

En un texto publicado en el diario The Washington Post, los responsables de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Organización Mundial del Comercio (OMC), el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial afirman que estas desigualdades han favorecido la aparición de variantes del coronavirus que provocaron nuevos brotes en países en desarrollo.

Todos ellos piden que el G7, en su próxima cumbre en Reino Unido a finales de este mes, acuerde “una estrategia más coordinada, respaldada por nuevos fondos, para vacunar al planeta”, y que acepte contribuir con 50 mil millones de dólares a un plan contra la pandemia que ya fue propuesto por el FMI.

Por editor