🔸 Las expresiones de duelo y admiración se han replicado en diversos ámbitos ante el vacío que deja el legendario Fernando Valenzuela en el beisbol
En un pequeño predio acondicionado con bancas y una tribuna fue donde aprendió a jugar beisbol Fernando Valenzuela.
La cancha donde “El Toro” hizo sus primeros pininos, se encuentra en su natal Etchohuaquila, Sonora, donde aún vive su familia y amigos entrañables de la infancia.
Nadie se imaginaba que con los años se convertiría en una leyenda de ese deporte a nivel mundial.
Tras su deceso a los 63 años de edad, hoy lo recuerdan.
Al lado del campo deportivo que lo vio jugar, aún vive doña Socorro, quien recuerda con júbilo como Fernando Valenzuela hacía gala de su talento desde la niñez.
“Cuando jugaba Fernando Valenzuela, me tocó cuando yo estaba aquí, cuando él vino a jugar, vino a estrenar con los peloteros aquí. Y si, las pelotas volaban por arriba, todas las pelotas que él tiraba pasaban por arriba de la casa”. Socorro | vecina
En la década de los 70’s, Fernando corría descalzo en el valle del mayo.
Quien lo acompañaba en sus aventuras era Macario, uno de sus mejores amigos de la infancia.
“Era muy camarada el chavalo, era como toda la raza de aquí, bien camarada, buena gente, platicaba con todo mundo, con toda la plebada”. Macario Yocupicio | Amigo
La admiración a Fernando fue tal, que en honor a él, a varios niños les pusieron su nombre.
“Cuando una persona así sale de aquí se hace famoso el pueblo”.
Para pedir por su eterno descanso, este jueves por la noche, se celebrará en privado una ceremonia religiosa a la cual asistirá solamente su familia.
En el pueblo de Etchohuaquila, tienen la esperanza de que más jóvenes sigan su ejemplo y destaquen en los deportes, para seguir poniendo en alto la región.